Lunes , Septiembre 19, 2016
Con la eventual votación de la ley de licores, que la semana pasada fue pospuesta en la Plenaria del Senado para cumplirse este miércoles, las voces que han respaldado la iniciativa del Ministerio de Hacienda, así como quienes creen que traerá consecuencias negativas para el mercado de licores se toman un nuevo aire para exponer sus argumentos.
La propuesta, tal como fue radicada en el Congreso para su último debate, propone modificar el actual esquema de impuestos, pasando de gravar los licores de hasta 35 grados con $306 por cada grado y los de más de 35, con $502, a un modelo que incluya impuesto específico de $220 por grado de alcohol, sumado a un componente ad valorem de 25% sobre el precio final.
Además, se propone un IVA general de 5% sobre el precio al consumidor, fuera de los impuestos.
Esta reforma afectaría a un negocio que de acuerdo con el Dane, movió cerca de $32,8 billones en 2015 (4,1% del PIB). Un informe de Euromonitor, señaló que en 2014 el consumo de cerveza en el país fue de $21,1 billones, por lo que en bebidas alcohólicas se habrían movido entre $8 billones y $10 billones en 2015.
Con la modificación, el Gobierno busca generar $270.000 millones adicionales, con lo que los recursos que llegarían a los regiones sumarían casi $1,73 billones, es decir, un incremento de casi 20%.
Los gremios de licores, en su gran mayoría se han opuesto al proyecto de ley, sosteniendo falta de voluntad del Gobierno para escuchar sus quejas. Los importadores pide que no se incluya una bebida como el vino dentro de los destilados, ya que cumple un proceso de fermentación como la cerveza la cual no está incluida en el proyecto.
Otros sectores, como la Federación Nacional de Departamentos, destacan la nueva estructura de impuestos para las bebidas alcohólicas, aunque no deja de reclamar mayor protección para la producción local.
El legislativo ha tenido discusiones frente al tema, con una amplia oposición, que ha dificultado su trámite al interior del Congreso de la República.
Uno de los opositores al proyecto el senador Iván Duque del Centro Democrático, dijo recientemente que “se van a generar incentivos al contrabando y al licor adulterado y va a afectar además la cadena gastronómica del país, creando nuevos mercados ilegales”, con lo que respalda su ponencia negativa.
“El pago ad valorem es desbordado”: Nelson Izaciga
¿Cómo percibe la iniciativa de modificar el régimen de licores?
Hay muchas dudas con el proyecto, hay temas que no están claros, que aparentemente dicen estar concertados con el nivel territorial y con los gremios. Sabemos que hay varias dudas en materia impositiva, ellos piensan que el ad valorem de 35% es desbordado, y lejos de ayudar, va a afectarlas.
¿Les preocupa un incremento en la tarifa de impuestos y al costo al consumidor?
La tasa que se propone es desproporcionada porque los vinos están siendo incluidos en un sector que no es equitativo, porque son una bebida fermentada, que se produce de otra manera a los alcoholes destilados. El consumo el vino se asocia a la mesa, a la comida, y lo que más se parece es la cerveza. El 78% del consumo de los vinos se da en supermercados. Ese consumo se va a desplazar hacia los aperitivos, con efectos negativos a la salud.
¿Es positiva la estructura tributaria actual para licores?
El porcentaje de producto nacional se ha venido manteniendo. El vino nacional aportó cerca de $47.000 millones en tributos para 2015, mientras que el importado fue de $170.000 millones, aunque el tema es que Colombia tiene una producción y un gusto propio y en el país no existen grandes viñedos.
Desde su perspectiva, ¿cómo se podría mejorar este mercado?
En la nueva ley, la cerveza va a recoger el consumo de vino, se va a incrementar en 152% los impuestos a los importados y cerca de 92% a los nacionales. La gente va a dejar de consumirlo. Nosotros estamos dispuestos a pagar 50% más de tributos pero no a esos niveles, la gente va a tratar de no pagarlo y traerá aumento de contrabando.
“Estamos de acuerdo con las tarifas”: Amylkar Acosta
¿Cómo percibe la iniciativa de modificar el régimen de licores?
Mantenemos nuestras reservas en relación con la defensa del monopolio rentístico establecido en la constitución, porque nos parece que son insuficientes las salvaguardas planteadas, pero en lo que tiene que ver con el nuevo esquema de la tarifa de la carga impositiva estamos totalmente de acuerdo.
¿Les preocupa un incremento en la tarifa de impuestos y al costo al consumidor?
Todo lo contrario, con este nuevo esquema mixto y el impuesto ad valorem se equilibran las cargas, porque si nos quedáramos con el específico como estamos actualmente, los licores nacionales están en desventaja frente a los importados, pues en su mayoría son de alta gama y sus precios tienen que ser más altos. El específico no consulta el precio y favorece a los importados en detrimento de los nacionales.
¿Es positiva la estructura tributaria actual para licores?
Este cambio hay que hacerlo y es beneficioso pues le hace justicia a los departamentos. Ha habido un diálogo y nos ha permitido tener los correctivos y los ajustes por parte del Gobierno. Esto es como las negociaciones de La Habana, somos dos partes, el Gobierno ha cedido y los gobernadores también, pero creemos que es positivo.
Desde su perspectiva, ¿cómo se podría mejorar este mercado?
Estamos de acuerdo con el texto, aunque no hay suficientes elementos para proteger el aguardiente, pero este proyecto no se parece en nada al que en su momento se presentó en el Plan de Desarrollo. Uno es que tenía que presentarse como parte del régimen propio y no como un mico en el PND y eso también fue concertando.
La opinión
Iván Duque
Senador del Centro Democrático
“Este proyecto va a generar muchos incentivos al contrabando, al licor adulterado y problemas de salud pública y va a acabar con muchos comercios formales”.