Expertos aseguran que la responsabilidad del aumento en el precio de los licores es del Dane y esa entidad debe resolver el problema cambiando la metodología.
Aunque el Dane insiste en que solo está cumpliendo una norma del Ministerio de Hacienda, esa entidad es libre de definir la fórmula para calcular el precio de los licores y aunque la puede cambiar no lo ha hecho.
A pesar de eso, el Gobierno intentó solucionar el problema a través del Plan Nacional de Desarrollo con un artículo que establece que el impuesto se cobre por grados de alcohol, pero esa salida aún está en veremos.
Y es que en 2016 el Ministerio de Hacienda sacó la ley de licores con la que creó el impuesto advalorem, que se cobra con base en el precio de venta al público de cada bebida alcohólica. Esa ley definió también que era el DANE la entidad encargada de definir la fórmula para calcular la base gravable de estos productos.
No obstante, para reglamentar esa ley el Ministerio expidió el decreto 719 de 2018, el cual estableció que el precio de venta se calcularía a instancias del productor, el importador o el distribuidor cuando sea del caso. Esto no le gustó a los gobernadores del país, porque se bajó el recaudo y por ende las rentas que recibían por concepto de ese impuesto para sus regiones.
Al llegar el nuevo Gobierno se escuchó la inquietud de los gobernadores y se cambió la metodología para calcular el precio de venta de los licores argumentando que en cada lugar se venden bebidas alcohólicas a precios diferentes y por eso se debía hacer un promedio.
El documento publicado por la entidad estadística, denominado “metodología de cálculo del precio de venta al público de licores, vinos aperitivos y similares”, señala que las fuentes de información serán almacenes, supermercados de cadena, tiendas por departamento o hipermercados, establecimientos especializados en la venta de bebidas alcohólicas, Supermercados de barrio, tiendas de barrio, cigarrerías, salsamentarías y delicatesen, restaurantes y bares.
Agrega además que “se realizará la recolección en todos los establecimientos de estas categoría visitados por el operativo de recolección del Índice de Precios al Consumidor en 31 ciudades capitales”.
Al hacer un promedio de los precios de los licores en todos esos establecimientos subió considerablemente la base gravable de estas bebidas y por ende el impuesto advalorem se incrementó. Como a eso se le suma el impuesto al consumo y el IVA, la situación para los productores e importadores no es sostenible y por eso hoy están en crisis
Ante esta situación expertos coinciden en que el Dane debe definir una nueva metodología exacta para calcular un precio de venta justo que no afecte a las regiones y tampoco a los pequeños empresarios, importadores y distribuidores.
Otras voces como la del exdirector de Planeación, Mauricio Santamaría, piden que se revise la viabilidad del impuesto advalorem para que no tenga una base gravable flexible sino fija o que se cree otro tributo para reemplazar ese y que no dependa de un precio de venta imposible de calcular.