Yo no quiero que a mi niña la vayan a hacer princesa con zapatitos de oro, ¿cómo juega en las praderas?
Escribir ante la realidad que tenemos de frente es hacer un ejercicio de protesta, de valentía y de solidaridad. Aunque pierde su gran valor, si las letras plasmadas siguen de largo y son indiferentes a la mirada de los que pueden tomar acciones.
Hoy queremos movilizarnos desde estas líneas por los derechos de la mujer colombiana, esa que históricamente ha sido mancillada, cosificada y particularmente desprotegida. Por eso, con todo el respeto por sus memorias, en esta fecha queremos ser la voz de Ana María Castro, la mujer de 21 años que, en la madrugada del 5 de marzo de 2020, fue presuntamente asesinada en una vía de Bogotá; así como de todas aquellas mujeres que han sido violentadas.
Ante estos casos que han generado todo tipo de rechazo de la opinión pública, dado que una vez más se demuestra la vulnerabilidad de las mujeres en Colombia, la vicepresidenta de la República Martha Lucía Ramírez, ha exhortado a los dueños de gastrobares, bares, discotecas y comercios que expendan licor, a suspender la venta de estas bebidas a personas que presenten intoxicación por exceso de consumo.
Desde Asovinos apoyamos con un sí rotundo esta iniciativa y nos unimos a todos los mecanismos que puedan evitar casos de violencia de género, feminicidios o cualquier hecho de violencia en los espacios de entretenimiento. Somos conscientes de que, aunque procuremos velar por la seguridad y la vida, este es un trabajo mancomunado que comienza de manera personal al generar mecanismos de autoprotección, de las familias como base de la sociedad, de las autoridades y, por supuesto, de nosotros, que estamos en la industria. Sin el trabajo conjunto, es imposible ejecutar acciones que trasciendan y eviten este tipo de casos.
Consumir moderadamente bebidas alcohólicas, no hacer mezclas de alcohol con sustancias psicoactivas, no aceptar viajes en compañía de personas en estado de embriaguez, procurar tomar transportes seguros y avisar a las familias o conocidos números de placa de los vehículos donde nos movilizamos después de salir de una fiesta a altas horas de la noche, son tan solo unas pocas medidas de las que nos podemos apropiar. En este punto la frase tan conocida “Me avisas cuando llegues”, puede ayudar a salvar una vida y evitar el delito.
Nos comprometemos a apoyar las labores de la vicepresidencia y la Asociación de Bares de Colombia -Asobares, quienes presentaron un protocolo articulado para la prevención, pedagogía y promoción de un consumo responsable en los establecimientos de expendio de licor del País, para proteger a los ciudadanos, especialmente a las mujeres. Asumimos la tarea de proveer el conocimiento y la pedagogía que tenemos en esta materia de consumo responsable, para capacitar a los empleados de los establecimientos sobre cómo actuar frente a casos de exceso de licor y que éstos logren la certificación de espacios seguros para compartir bajo todos los lineamientos de protección a la vida y consumo responsable.
Que sea esta la ocasión para sentar nuestra posición también frente al rol de la Policía Nacional, a quienes instamos a acudir con agilidad y actuar con efectividad cuando se requiera de su presencia. No obstante, no consideramos que sea viable que se les asigne la tarea de prestar servicios de acompañamiento para llevar a personas alicoradas hasta la casa, a menos de que un caso particular así lo requiera.
Por Ana María y por todas las mujeres que han sido asesinadas en el País, necesitamos que la sociedad se comprometa a cambiar patrones, no podemos seguir asumiendo que la violencia en cualquiera de sus manifestaciones es cultural y que es un legado del pasado. Precisamente, para resarcir el daño causado por décadas, necesitamos trascender. Sí, necesitamos almas libres y comprometidas con la vida del otro.