El Congreso aprobó que los destilados paguen un impuesto de $220 por grado de alcohol y 25% ‘ad
valorem’. Los vinos por su parte, pagaran $150 por cada grado y ‘ad valorem’ del 20%.
La Plenaria del Senado de la República aprobó ayer el proyecto de ley de licores presentado por los ministerios de Hacienda y Comercio, aunque le introdujo algunos cambios sobre el tratamiento de los vinos, razón por la cual pasará a conciliación con los miembros de la Cámara de Representantes.
En lo aprobado por los legisladores del Senado, se estable que los licores destilados tendrán que pagar un impuesto de $220 por cada grado de alcohol, además de un impuesto ad valorem del 25%. Así mismo, se estableció que todos los licores tendrán un IVA del 5%. Así mismo, las bebidas alcohólicas fermentadas, como los vinos, pagarán $150 por grado y su gravamen ad valorem quedo definido en el 20%.
Así las cosas, un aguardiente, que en promedio tiene 29 grados de alcohol, pagaría un impuesto específico del $6.380, el ad valorem –que depende de cada marca– estaría entre los $5.000 y los $7.075, mientras que el IVA a pagar por cada botella estaría entre los $556 y los $971. Esto quiere decir que si hoy en día una botella de aguardiente vale $20.000, con la reforma pasará a $22.506, mientras que las que hoy cuestan 28.300 quedarían en cerca de $32.880.
En el caso de los rones, el impuesto específico será de $7.700 y el ad valorem estará entre $6.250 y $8.012, con lo cual una botella de esta bebida tendrá un costo aproximado de entre $28.240 y $37.052, según su calidad. Los rones más finos, cuyo precio actual es de alrededor de $106.900 pagarán $26.725 por el ad valorem, $8.800 del específico y su costo final será de cerca de $126.680. El whisky promedio, es decir el que cuesta hoy unos $56.000 pagará $8.800 de impuesto específico, $14.025 de ad valorem y $1.800 de IVA; esto lo llevará a costar unos $60.646.
Los tragos de mayor costo hoy en día ($92.900) pagarán lo mismo por grado de alcohol, pero el ad valorem que se estima quedarán pagando es de $23.225 y el IVA sería de $3.641, con lo cual su precio final subirá a $108.500 aproximadamente. Durante el debate se planteó darle un tratamiento especial a la cerveza, lo cual no era contemplado en el proyecto inicial, razón por la cual posteriormente fue descartado y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se comprometió a estudiarlo en la reforma tributaria.
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